Denuncia pública

Para iniciar con esta entrada, suponga Ud. Lo siguiente:

Usted trabaja en un lugar situado en un edificio de varios pisos prestando su servicio social -usted es estudiante y ese servicio es un requisito de titulación-; da el caso que usted labora en el último piso de dicho inmueble, lo que hace imposible mantener abierta una ventana -por razones de seguridad obviamente-, esta situación orilla a que con el calor tan intenso de los últimos días sea necesario -además de justo- mantener encendido el aire acondicionado; pero resulta que el aire acondicionado, a parte de las ventajas que pueda representar ante el calor, tiene la desventaja de mantener cualquier tipo de microorganismo circulando en el ambiente, lo que aunado al problema actual de la influenza, hace que cualquier caso que sea mínimamente sospechoso, sea tratado con el mayor cuidado y desconfianza posible. Aunado a lo anterior agreguemos que el personal que labora en dicho organismo del Estado es relativamente amplio, además de que todos los días acuden al inmueble una gran cantidad de personas, lo que hace más delicada aún la situación.

Pues bien, ahora supongamos que usted presenta tos e irritación de ojos y garganta, ¿Cuál sería la reacción de sus superiores en su lugar de trabajo? Lo más obvio es que lo enviarían por donde llegó para que fuera con un médico que le asegurara que no está enfermo de Influenza o en su caso, a que reciba la atención adecuada, y como usted ha escuchado en televisión y radio que ante cualquier síntoma acuda a cualquier institución de salud, de inmediato piensa en ir al seguro social, donde cree que no le negarán la atención debido a la situación que se vive actualmente, por lo que de inmediato acude a las instalaciones del seguro social, donde cree que le realizaran algunas preguntas, le tomarán la temperatura, le harán algunas pruebas y le dirán si está infectado, si es sospechoso de estarlo o si por el contrario, puede continuar con su vida normalmente y tomando las precauciones correspondientes.

Acude pues al la clínica del seguro social donde se encentra con una enfermera y un sujeto que desde que lo ven le preguntan ¿Es derechohabiente? Y como no es usted trabajador ordinario, sino extraordinario, ya que presta su servicio social y aún no cuenta con el seguro de estudiante, les responde honestamente que no. En ese momento le dicen con el mayor cinismo y desprecio posible que no le atenderán porque “la contingencia ya pasó,” y que si quiere saber si está usted infectado vaya a otro lado, que ahí no le atenderán, ¿Cuál sería su reacción?

Pues bien, todo lo antes anotado no se trata solamente de un caso hipotético, no, nada de eso, ya que resulta que ese supuesto hipotético el día viernes ocho de abril de 2009 se convirtió en categórico para desgracia mía, ya que en la clínica 10 del seguro social, situada en convención 1914 en el Estado de Aguascalientes con capital del mismo nombre, en el área de urgencias, me fue negada la atención médica por no estar afiliado al seguro social, y su primer cuestionamiento hacia mí, no fue sobre mis síntomas, no, sino que les interesó más saber si tenía credencial para poderme atender, y como no la tenía, se me pidió de muy buena manera -eso si- que me retirara del lugar. Lo más prudente por su parte creo yo, hubiera sido preguntarme ¿Ha presentado altas temperaturas? y al decirles yo que, en efecto, no las había presentado, en ese momento podrían, entonces si, decirme que sólo me atenderían en el caso de presentar fiebre, pero, ¿si no me cuestionaron al respecto, como sabrían si presentaba yo ese sintoma?

Dejo en claro que aunque esto sucedió hace ya una semana, realicé la denuncia correspondiente desde el mismo día –por aquello de que digan que por qué me tardé en publicar esto-, coloco esta entrada aquí sólo para que las personas que por algún motivo ingresan a este blog, puedan tener conocimiento de la irresponsabilidad de estos “servidores públicos,” que seguramente celebraran su día en próximas fechas como si realmente lo merecieran.

Ahora empecemos cuestionando lo siguiente: ¿Qué sucedería con alguna persona que viniera de alguna población o ranchería que no contara con recursos para ver a un médico particular o que, en su caso, no pudiera trasladarse a otro nosocomio? Obviamente regresaría a su población o lugar de origen a contagiar a más personas y en caso de estar infectado y agravarse, regresar a que lo internen sólo para fallecer. Otra cuestión sería ¿Por qué se atreven a decir que la contingencia ya pasó? Además, podríamos cuestionar lo siguiente: ¿Por qué si en EUA existen hasta el día de hoy más de 4700 casos confirmados de influenza H1N1, tan sólo han fallecido 4 personas por esta enfermedad? Eso tomando en cuenta que en México tan sólo se han confirmado alrededor de 2800 casos y el número de muertos es de 66 según las cifras que da el gobierno hasta el día de hoy. La respuesta resulta muy sencilla, si tomamos en cuenta que en EUA los médicos y el personal de salud “SI tienen una formación ÉTICA,” cosa que en nuestro país lamentablemente no existe, o si es que existe -porque también es malo generalizar, y yo les aseguro que si existen muchos médicos y enfermeros con una ética firme en nuestro país, aunque lamentablemente estos bestias de los que les hablo, no- esa ética, estos pseudo-médicos -porque no se les puede decir de otra manera- se la pasan por el arco del triunfo sin el menor remordimiento, y es tan sencillo, si estos imbéciles esperan para atender a que las personas que presentan algún síntoma estén ya en las últimas, no es de extrañar que el número de defunciones sea tan elevado en nuestro país. Me parece además que su argumento de que “la contingencia ya pasó” es de lo más irresponsable, ya que alguna persona que vaya con la creencia estúpida de que el virus es una invención de los extraterrestres, saldrá de ahí con la misma creencia y directo a propagar la enfermedad por todas partes, y si bien es cierto que ya se han reactivado las actividades en el país, también lo es que la contingencia sigue, y tan sigue, que el gobierno mismo ha gastado cantidades de dinero para tratar de seguir frenando la propagación del virus, además de haber elaborado campañas en radio y televisión para que ante cualquier síntoma las personas asistan a los centros de salud -ISSSTE, IMSS, etc.-, además en el mismo hospital en donde posteriormente fui atendido, se me hizo saber que nada de que la contingencia ya pasó, que el problema está latente y que es obligación por parte de estos atender a las personas que asistan con los síntomas. Es además totalmente reprobable que ni siquiera se hubieran molestado en preguntar si había presentado fiebre o cualquier otra sintomatología, es bastante reprobable que la principal preocupación de estos individuos sea si usted cuenta con la filiación -tomando en cuenta, como ya lo había mencionado, la situación que vivimos actualmente-.

Afortunadamente en mi caso sólo se trataba de una infección, pero ¿que hubiera sucedido si en realidad fuera el virus H1N1? o ¿Que sucedería si una persona con menos recursos que yo hubiera sido la protagonista de esta situación y no pudiera asistir a otra institución de salud? y no dudemos que ello haya sucedido en más de una ocación. ¿De que sirve pues tanta campaña y gasto por parte del gobierno federal, si cuando uno se presenta a revisión por presentar síntomas, se le niega la atención? Se los dejo a su consideración.

Termino esta entrada solamente comentándole que esta situación no va a quedar así, he elaborado la denuncia correspondiente y le daré seguimiento para tratar en lo más posible que este tipo de situaciones no se repitan.